Prisión domiciliaria para Romero

Luego de estar más de dos años prófugo, lo detuvieron en mayo en Uruguay. Ahora, cumplirá el arresto en la casa de un amigo y con tobillera electrónica.

El juez federal Sebastián Casanello le concedió el beneficio de prisión domiciliaria a Sebastián Romero, el militante de izquierda acusado de disparar un mortero durante una marcha en 2017.

Según confirmaron fuentes judiciales, Romero, que estuvo más de dos años prófugo, cumplirá el arresto en la casa de un amigo y con tobillera electrónica.

Aquel 18 de diciembre, mientras se debatía la reforma previsional, la imagen de Romero disparando un artefacto casero contra el Congreso recorrió el país. Fue imputado por intimidación pública, daño, lesiones y resistencia a la autoridad.

El Ministerio de Seguridad, conducido entonces por Patricia Bullrich, llegó a ofrecer una recompensa de hasta 1 millón de pesos para quien aportara datos que sirvieran para localizarlo. Y montó varios operativos para atraparlo. Pero el militante no aparecía.

Finalmente, el 30 de mayo de este año, Romero fue atrapado por detectives de la Oficina Interpol de Uruguay en la ciudad de Chuy, en la frontera con Brasil. El militante se había quitado las rastas y la barba. Y estaba más delgado.

La fiscal Alejandra Mangano consideró el cambio de aspecto como un agravante en la situación procesal de Romero. Por eso, el 16 de julio le fue rechazado el pedido de excarcelación presentado por su defensa.

A partir de la reciente jubilación del juez Rodolfo Canicoba Corral, quien estuvo al frente del caso hasta el mes pasado, la causa llegó a manos de Casanello, quien tomó la determinación de concederle la prisión domiciliaria que Romero cumplirá en la casa de un amigo.