Protesta en la empresa TSU
Cansados de las falsas promesas, los trabajadores de TSU fueron al paro, pero la falta de apoyo del sindicato dejó a unos pocos expuestos. Uno de los despedidos denuncia vaciamiento.
Con 19 años de antigüedad como operario de depósito, Daniel Gamarra quiso mantenerse firme con la medida de fuerza por la deuda que Dybelcorp SA de TSU cosméticos tenía con él y sus compañeros, pero el Sindicato de Trabajadores Perfumistas (STP) les retiró el apoyo y quedó expuesto con unos pocos compañeros: lo despidieron de una forma poco clara. A los 43 y con dos hijos, tiene que ver cómo sigue.
Las cosas venían mal. Desde mediados de noviembre habían despedido a 30 compañeros pese a que la empresa había dado su palabra de ponerse al día. Entonces el miércoles decidieron en asamblea hacer medidas de fuerza: les deben el aguinaldo, el bono de fin de año y les ofrecieron pagar el sueldo adeudado del mes pasado en tres cuotas pero la única fecha certera era que el viernes les pagarían la primera parte.
“Al mediodía se sumó el sindicato que avaló el paro, pero hoy (por el jueves) lo terminó levantando porque la empresa dijo que no tenía cómo pagar lo que reclamábamos. Algunas chicas se fueron sumando a las tareas y con el correr de las horas casi la totalidad de la empresa estaba trabajando y quedamos expuestos un grupo reducido, que somos los que estamos afuera”.
“Hubo un vaciamiento de la fábrica, se despidió mucha gente y se rumorea que la semana que viene va a haber más despidos porque están tercerizando la línea de producción”, denuncia Daniel, quien este viernes se desvinculó de la empresa pero optó darle visibilidad a su caso «por los compañeros que quedan adentro».
Con un hijo de 14 años y otro de 8, tiene una tranquilidad relativa porque su mujer trabaja y él también es chofer. Sin embargo, reconoce que “la cosa está difícil”. “A la gente no le quedó otra. El 80% de mis compañeros, que serán 70, son madres solteras, que pagan alquiler, cuando vieron que algunos aflojaban les dio miedo”, explica.