Rodríguez Larreta se mantiene al margen de la disputa bonaerense
Interna UCR: Rodríguez Larreta se mantiene al margen de la disputa bonaerense para no condicionar su proyecto presidencial
El 21 de marzo el diputado provincial Maximialiano Abad y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, dirimirán la presidencia del radicalismo. El PRO y la Coalición Cívica mostraron apoyo explícito a uno de los candidatos. El jefe de Gobierno porteño optó por la neutralidad, teme que la intromisión en la interna ponga en juego la unidad de Juntos Por el Cambio y, por ende, su camino hacia Casa Rosada
La interna del radicalismo bonaerense del 21 de marzo será clave para definir el futuro del partido y el rol de Juntos por el Cambio como alianza opositora de cara a las elecciones de medio término. Tanto la UCR como el PRO y la Coalición Cívica son conscientes de que una derrota similar a la que sufrió María Eugenia Vidal en 2019 puede dinamitar sus chances de recuperar la provincia en 2023.
Quien está expectante pero se mantiene al margen de la disputa entre Maximiliano Abad, presidente del bloque de diputados bonaerenses de Juntos por el Cambio, y Gustavo Posse, intendente de San Isidro, es Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño teme que la interna por la conducción del radicalismo dañe la coalición y, por ende, a su proyecto presidencial 2023.
Es que a lo largo de estos meses de campaña, Abad fue recolectando el respaldo de las principales figuras de la oposición: los presidentes de los interbloques de JxC en el Congreso, Mario Negri y Luis Naidenoff, los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) y las máximas autoridades de la UCR a nivel nacional, Alfredo Cornejo y Alejandra Lorden. Días atrás, dirigentes boina blanca de la provincia manifestaron su apoyo al candidato de Adelante Buenos Aires a través de un documento que lleva la firma de 27 intendentes, los 6 diputados nacionales por el distrito, 15 legisladores bonaerenses, entre otros. “Sobre esa base vamos a construir el radicalismo del futuro”, había dicho Abad
Sin embargo, además del apoyo de radicales, el legislador marplatense recibió el beneplácito de Vidal, de Elisa Carrió, y de intendentes del PRO. Abad logró fotos con “Lilita”, Jorge Macri, Martín Yeza; y el pasado martes fue parte de una imagen grupal en la que dirigentes de Juntos por el Cambio reclamaron por la vuelta a clases presenciales. En el póster salió junto a la titular del PRO, Patricia Bullrich, y el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro.
Pero hubo una foto que se le frustró al diputado provincial. A fines de enero Larreta viajó a Mar del Plata donde mantuvo un encuentro con el jefe comunal, Guillermo Montenegro. Siendo local, en el entorno de Abad proyectaban el apoyo explícito del jefe de Gobierno en su visita a la ciudad balnearia
Hubo una reunión entre Larreta y Abad en el hotel Costa Galana de Mar del Plata, pero no registro fotográfico de la misma. Según indicó a Infobae un dirigente de Juntos por el Cambio que proyecta el crecimiento del alcalde porteño en la provincia, Larreta no va a condicionar su plan para desembarcar en la Casa Rosada, quiere evitar tensiones en la alianza y ve como indispensable engrosar el espacio con sectores del peronismo no K.
En su análisis, esta fuente explicó que el apoyo a Abad de parte de dirigentes del PRO afecta la relación de Gustavo Posse con el macrismo.“Cualquiera sea el resultado, Juntos por el Cambio no quedará indemne”, planteó y razonó que de perder el intendente de San Isidro, contará con motivos suficientes para expresar su enojo por la intromisión de dirigentes ajenos al radicalismo y así justificar movimientos políticos “independentistas”. En contraposición, de triunfar Posse en la interna, el PRO deberá sentarse a negociar “con la cabeza gacha”.
“Larreta tomó nota de esto, por eso no se metió en la interna”, concluyó. Por otra parte, sus socios políticos en la Ciudad, Martín Lousteau y Emiliano Yacobbitti, respaldan a Posse. Condicionar sus alianzas en su territorio y aspiraciones futuras por posicionarse a favor o en contra de un candidato en una interna de la cual no participa, no está en los planes del jefe de Gobierno, mucho menos en un año electoral. Para realizar unas Legislativas competitivas, dirigentes que militan a Larreta se encuentran en conversaciones con sectores del peronismo no K. Ampliar el espacio es la misión; pero que Juntos por el Cambio siga unido debe ser condición.
Tanto Abad como Posse reivindican la continuidad de la UCR dentro de la coalición opositora. Pero plantean estilos diferentes. Un sector de la oposición en la Legislatura ve en el diputado marplantense la continuidad de la gestión de Daniel Salvador, un radicalismo “quieto” que cerró filas con la Coalición Cívica y el PRO, que si bien le permitió al partido centenario conquistar una treintena de municipios entre 2015 y 2019, también dejó que el macrismo plantara en el mismo período bandera en las intendencias de mayor peso político y territorial que solían ser del radicalismo: Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata, Vicente López, Junín.
Hay un sector de Juntos por el Cambio que cuestionó duramente cómo Mauricio Macri se cerró en su núcleo duro y obligó a hacer lo mismo a Vidal, y teme que de repetir este error la coalición saque un tope de 30% de votos, “que es el número natural de un proyecto electoral integrado por el PRO, la UCR y la CC”. Larreta sabe que el largo camino que debe afrontar para llegar al sillón de Rivadavia tiene una parada clave que son las Legislativas 2021, elecciones en las que Juntos por el Cambio no puede permitirse una derrota dura en manos del kirchnerismo. Territorialidad, mentalidad de apertura, más gestión y menos rosca, son las bases que sentaron en el naciente larretismo bonaerense “como plus para pelear en el distrito que es fundmental para ganar en el país”.