Según la UCA, un 9,3% de la población urbana sufre hambre
En el marco de la primera reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, el titular del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (UCA), Agustín Salvia le informó al presidente electo Alberto Fernández que, en el tercer trimestre de 2019, el 9,3% de la población urbana sufre hambre, mientras que en el resto del país el 22,2% padece inseguridad alimentaria.
El relevamiento realizado por la UCA advirtió que en 2018 un 7,9% de la población urbana padecían hambre o inseguridad alimentaria severa, mientras que en el resto del país se ubicaba en el 20,2%. En tanto, en el conurbano bonaerense pasó del 7,9% (2018) al 9,3% (2019), en la Ciudad de Buenos Aires creció del 1,6% al 2,4% y en las otras poblaciones urbanas la suba fue del 6,8% al 7,6%.
En ese sentido, el documento resalta que desde 2017 hasta la actualidad esta cifra fue en franco aumento, ya que la inseguridad alimentaria severa en los hogares argentinos en la primera fecha estaba en el 5%, en 2018 se ubicó en el 6% y en 2019 del 7,4%.
En lo que respecta a los menores de 17 años, estos números son aún más alarmantes. Mientras que la inseguridad alimentaria pasó del 29% en el 2018 al 30,1% en este año, la calificada como severa creció del 12,7% y del 14,1%, siendo que el mayor incremento se evidenció en los hogares de trabajadores marginales, donde este número aumentó del 18,5% al 20,5%.
Según advierte la UCA, esta cifra se desprende de la encuesta que realiza la casa de altos estudios de 5.800 casos en aglomerados urbanos con más de 80.000 habitantes y explica que la inseguridad alimentaria severa es cuando existe “la percepción de experiencias de hambre por parte de alguno de los adultos o niños por problemas económicos durante los últimos 12 meses”.
Por otro lado, también le informaron a Fernández el estado de la salud en el área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, donde advirtieron que hubo un incremento del 5% en los argentinos de más de 18 años que padecen un estado de salud deficitario.
Además destacaron que en 2017 el 10% de las personas no pobres declararon su estado de salud como deficitario, cifra que en 2018 se elevó a 15,3%; mientras que para los pobres esta número se elevó de 16,7% a 20,2%.
En el siguiente estrato social, es decir en el denominado socio– ocupacional medio profesional, la cifra que fue marcada por la UCA es la relacionada con las prestaciones de prepagas. Según explicaron, en 2017 el 57,3% de los bonaerenses elegía esta opción, número que cayó en 2018 a 47,9%.
En lo referido a la compra de medicamentos, desde el Observatorio de la casa de altos estudios señalaron que 1 de cada 10 hogares no pobres, ante casi la mitad de los hogares bajo la línea de pobreza, prescindió de ellos, siendo que la mayor problemática se dio en el Conurbano.
Otro de los indicadores que fue presentado a Fernández fue la falta de asistencia a controles médicos, siendo que el 28,7% no realizaron consultas desde hace un año. En el caso de las personas pobres este número fue del 43,3%, mientras que en los trabajadores marginales se posicionó en el 39,8%, en los no pobres se ubicó en el 39.8% y los «medios profesionales» estuvo en el 16.3%.