Subtes: levantan los molinetes de la línea B

Delegados gremiales de línea B del subterráneo iniciaron este lunes 2 de septiembre una protesta para denunciar la presunta «presencia de asbesto» en el ramal, con el levantamiento de molinetes en la terminal Federico Lacroze. La medida comenzó a las 7 y finalizará a las 9 de la mañana, y fue justificada a partir de la existencia de «una decena de trabajadores afectados» por la presencia de la sustancia.

«Como parte de una campaña de denuncia y concientización votada en el último plenario de delegados, realizaremos este lunes 2 una apertura de molinetes desde las 7 en la estación Federico Lacroze de la línea B», indicaron en un comunicado. En febrero de 2018, tres vagones asignados a la Línea B del Subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires fueron quitados de circulación debido a que contendrían asbesto, un material con potencial cancerígeno. La decisión fue tomada después de que un artículo del diario El País de España, lugar de donde provenían algunas de las formaciones, alertara sobre la presencia del mineral.

Según reveló el medio, el Metro de Madrid reconoció que los modelos de vagones más antiguos de la red de subtes de la capital española tenían amianto. Esos mismos coches fueron los que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires compró en 2011 y circulaban por la Línea B. Dellecarbonara: “La presencia de material cancerígeno en los subtes es una cuestión de salud” La presencia de asbesto en los trenes CAF 5000 fue determinada en Madrid, luego de que un trabajador de la red de la capital española que se desempeñaba como oficial de mantenimiento de trenes desarrollara un tipo de cáncer conocido como asbestosis, provocado por la exposición durante un largo período de tiempo a este material. El asbesto o amianto no tiene olor y cuando sus fibras se esparcen provoca enfermedades terminales, entre ellas cáncer.

Este material se convierte más riesgoso con el paso del tiempo y más aún cuando se descompone y empieza a tener contacto con el aire. Una sola fibra de asbeto puede generarle a un ser humano una enfermedad ya que cuando las respira, se contamina. Los síntomas se pueden observar entre 30 y 40 años y cuando se producen, el desenlace es la muerte a corto plazo ya que el asbesto se adhiere a los pulmones y genera fibrosis, una insuficiencia respiratoria o cáncer pulmonar. Según la Organización Mundial de la Salud mueren 100.000 personas al año por causas relacionadas al amianto.

Fuente: Perfil