Una Carrió mística intentó evitar el desbande
Con el búnker ya vaciándose, la diputada porteña tomó el micrófono después de un alicaído Macri, para intentar elevar la moral de los seguidores del Juntos por el Cambio.
Los resultados de las PASO propinaron una dura derrota al oficialismo. Los principales candidatos de Cambiemos, una vez que los datos fueron públicos, tuvieron la difícil tarea de dar discursos de finales de campaña.
Después de que Macri mandara a dormir a la población sin decir guarismos ni resultados y de afirmar que fue “una elección mala”, le toco el turno a Elisa Carrió que -para levantar un poco el clima denso del búnker- decidió apelar al misticismo para convencer de que nada está perdido.
”El camino a la libertad nunca es fácil y la mayoría se siente más cómodo con los autoritarios y los faraones. Eso le pasó al pueblo de Israel cuando en medio del camino quería volver a Egipto. No vamos a volver a Egipto, vamos a ir a la Argentina republicana», exclamó alborotada Carrió, en una mezcla de religión y echarles la culpa a los votantes.
Después de disertar unos minutos sobre la “adversidad”, la “soberbia” e intentar convencer que el oficialismo puede remontar de cara octubre, Carrió entendió que con el búnker oficial ya empezando a vaciarse, el discurso de auto-superación no iba a ningún lado.
Así fue que la diputada macrista -fácil para el discurso de predicador- apeló directamente a metáforas bíblicas y salvaciones místicas. Nos permitimos dudar de que tan efectivo puede ser en estas horas para el elenco gubernamental pensar en una mejor vida más allá del rio. Incluso siguiendo con la metáfora de Carrió, habría que recordarle que el pueblo judío después tuvo que pasar 40 años en el desierto.