«Una economía más justa e inclusiva»

El papa criticó «la sed desenfrenada de ganancias» y la «distribución injusta de los bienes de la tierra».

El papa Francisco convocó este lunes a construir «una economía más justa e inclusiva que la actual» y criticó «la sed desenfrenada de ganancias», al dar a conocer su mensaje para la Cuaresma de este año.

«Poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras», aseveró Jorge Bergoglio en su escrito para el período que según la tradición católica antecede a la Pascua. En ese marco, el Papa se mostró también crítico «de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano».

En su mensaje, escrito el 7 de octubre de 2019 y divulgado este lunes por el Vaticano, Bergoglio alertó también ante las víctimas «de las múltiples formas de violencia, de los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias, que es una forma de idolatría».

En el escrito, el pontífice reitera la importancia de «recordar a los hombres y mujeres de buena voluntad que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la limosna, como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo».

«Compartir con caridad hace al hombre más humano, mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que se cierra en su propio egoísmo», agregó.

«Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía», pidió Francisco.

«Por este motivo, en la Cuaresma de 2020, del 26 al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas, empresarios y change-makers, con el objetivo de contribuir a diseñar una economía más justa e inclusiva que la actual», planteó en referencia al encuentro del que participarán unos 2000 jóvenes de más de 100 países en la ciudad del centro italiano.

En ese marco, según el Papa, «como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad».

«También lo será el ocuparse de la economía con este mismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas», aseveró Bergoglio.