Una fiscal quiere que Putin diga si le regaló a Cristina la carta de San Martín

El documento secuestrado en un allanamiento orquestado por Bonadio en Santa Cruz fue motivo de que se le abra otra causa irrisoria a la principal líder opositora. Ahora la fiscal Alejandra Mangano le pidió a la Cancillería que se contacte con las autoridades de la Federación Rusa para que Putin confirme lo que Cristina cuenta en Sinceramente.

Una de las tantas causas que Claudio Bonadio armó en este marco de persecusión judicial contra Cristina Fernández de Kirchner es por la supuesta apropiación de un documento histórico que fue secuestrado en el allanamiento a su domicilio en Santa Cruz el cual se pudo llevar adelante gracias a la disciplina ejercida por Miguel Ángel Pichetto en el Senado.

Ahora la fiscal Alejandra Mangano, encargada de la causa, ordenó medidas de pruebas donde sobresale una consulta por medio de la Cancillería para verificar si los dichos de Cristina en la página 14 de Sinceramente son ciertos y la carta histórica que San Martín le envió a O´Higgins fue realmente un regalo de Vladimir Putin.

Mangano también solicitó que un equipo interdisciplinario verifique si la carta se trata de un texto original, de un borrador o de algún otro tipo de escrito y le pidió a la Policía Federal información sobre la digitalización de la «los prontuarios históricos» entre los que estaría el de Hipólito Yrigoyen.

La contundente historia relatada por CFK en Sinceramente:

«Lo de la carta de San Martín es una historia maravillosa: cuando visité Moscú, en marzo de 2015, luego del almuerzo de trabajo que nos ofreció el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, al retirarnos del mismo, hizo detener el paso de nuestra comitiva y pidió a uno de sus colaboradores, que tenía una caja en sus manos, que se acercara. Y allí, ante mi sorpresa y traductor mediante, me dijo: «Esto es para usted, presidenta». Cuando abrí la caja y pude ver la carta original de San Martín a O’Higgins, casi me muero. Lo miré y le pregunté: ‘¿Y esto? ¿De dónde lo sacaron?’. La respuesta no se hizo esperar y me sorprendió aún más: ‘La mandamos a comprar para usted en Nueva York’. Confieso que si me quería impresionar, lo había logrado y con creces… ¡Una carta original del libertador San Martín al libertador O’Higgins! ¡En la que, además, San Martín se lamenta por la ingratitud que recibieron ambos por los pueblos que liberaron! ¡Mamita! Putin, chapeau»